¿Qué esconde la industria del K-pop?

 

A estas alturas, todos hemos escuchado hablar alguna vez del conocido K-pop, un género musical muy popular entre las jóvenes, pero ¿sabemos en realidad qué oculta esta industria desconocida para la mayoría?

Debido a una imagen perfectamente calculada, lo primero que podemos pensar al interesarnos por este tipo de música es que todo en la vida de estos artistas es perfecto. No obstante, nada es como parece: detrás de cada sonrisa, se esconde la sobreexplotación por parte de las empresas que sufren los idols, es decir, las jóvenes celebridades en la cultura pop coreana.


Lo más llamativo de los artistas de esta industria son sus cuerpos. Sin embargo, la delgadez de estos no es debida a la práctica saludable de deporte ni a una dieta equilibrada, sino a las apretadas agendas que programan las discográficas para sus artistas más rentables. Un ejemplo de esta delgadez extrema de los idols es Wonyoung, cantante del grupo IVE, quien a sus 18 años ya está siendo sometida a un horario muy estricto, así como a dietas extremas. Otro caso muy conocido fue el de la cantante y bailarina Momo, miembro del grupo TWICE. Sus fans dieron la voz de alarma cuando ella misma confesó en un directo que la semana previa a su debut fue obligada a comer únicamente cubitos de hielo. 

Estas declaraciones en boca de los propios artistas nos han hecho conocedores de la dura situación que viven: "Hoy solo he logrado dormir 3 horas” o “Espero poder aguantar hasta que terminemos las grabaciones” son solo algunos ejemplos que sirven de prueba de las duras jornadas de trabajo que sufren. 

Por esta razón, muchos artistas de K-pop necesitan largas pausas profesionales que no suelen ser concedidas por las discográficas, pues esto supondría una gran pérdida de ingresos. Este trato demuestra cómo los idols son vistos por la industria como máquinas de hacer dinero. Uno de los momentos más polémicos por su gravedad fue el protagonizado por Chaeryeong, vocalista del grupo ITZY, quien en mitad de una presentación estuvo a punto de desmayarse por culpa del agotamiento.



Todo lo expuesto hasta ahora nos da una idea de lo oscura que es la otra cara del K-pop. Sin embargo, esta situación no concluye con el debut de los artistas, sino que la pesadilla comienza cuando son aceptados para ser aprendices. Desde el primer día, reciben numerosas clases de baile y canto, e incluso son obligados a acudir a clases tan innecesarias como la que tomaron las chicas de IVE: cómo hacer un buen selfie. Por si todo esto no fuera suficiente, los aprendices también son sometidos a duros exámenes que, si no aprueban, pueden provocar su expulsión del grupo. La mayoría de los artistas confiesa que esta es la peor etapa de su carrera.

La realidad que viven los idols es muy dolorosa e injusta; esperemos que algún día la industria se dé cuenta de que sus artistas sufren demasiado. Sin embargo, es muy difícil que esto suceda, pues el único interés que les mueve es el económico. Por ahora, solo podemos seguir apoyando a nuestros artistas favoritos y esperar lo mejor para ellos. 


Marta Fernández (1º ESO)

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