Literatura y música: ¿existe relación entre ellas?
Literatura y música: ¿existe relación entre ellas?
(Andrea García, 1.º Bachillerato)
¿Puede la poesía del Renacimiento inspirar a Rosalía? ¿Qué une a Antonio Machado con Manuel Carrasco?
Te contamos cómo varios cantantes y músicos actuales se ayudan de la literatura de siglos pasados para crear las composiciones que luego nosotros escuchamos. Aquí tienes algunos ejemplos que te sorprenderán y te demostrarán la relación que hay entre estas dos disciplinas.
La literatura y la música han estado siempre íntimamente relacionadas. Inicialmente, las artes no cumplían una función meramente estética. En efecto, eran vistas como herramientas o instrumentos para expresar sentimientos y emociones a través de movimientos del cuerpo acompañados de sonidos a los que, progresivamente, se les fue añadiendo ritmo, melodía y palabras. Por lo tanto, no es de extrañar que este vínculo entre la música y la poesía aún perdure a día de hoy.
Un ejemplo de este vínculo es Rosalía, una cantante española que se ha formado en la Escola Superior de Música de Catalunya y que, en tan solo dos años, ha revolucionado el mundo del flamenco. Sorprendentemente, se ha inspirado en diversas ocasiones en textos literarios clásicos para escribir sus canciones. Un ejemplo es su disco El mal querer, que se basa en una novela anónima escrita en occitano o “Aunque es de noche”, un poema de San Juan de la Cruz que Rosalía ha musicalizado manteniendo la letra.
A la vez, poetas muy influyentes en la literatura modernista española también han inspirado a varios artistas como Joan Manuel Serrat, un cantautor, compositor, actor, escritor, poeta y músico español. Su famosa canción “La Saeta” del año 1969, muy popular en generaciones anteriores, está inspirada en el poema homónimo de Antonio Machado.
Otra cantante española que se ha servido de la lírica para sus composiciones es la cantautora de flamenco Niña Pastori, que ha vendido más de 2 millones de copias en sus 22 años de carrera. La artista, para su canción “El portugués”, tomó como modelo la obra “Saber sin estudiar”, del escritor neoclásico Nicolás Fernández de Moratín, obra que musicalizó manteniendo la letra.
Por lo tanto, podemos decir que la literatura antigua no solo está presente en nuestros libros de texto, sino también en nuestro día a día a través de la música que escuchamos.
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